
El personaje de Jude Law representa el deseo, la infidelidad y el escaso compromiso en la relación. Detrás se esconde el miedo a sufrir, a arriesgarse. La necesidad de sentirse deseado para alimentar la autoestima.
Julia Roberts da vida a una mujer incapaz de estar sola, pagando cualquier precio. Necesita sentirse culpable confundiendo el sentimiento de deber algo a alguien con amor. Necesita sufrir y autocastigarse para sentirse viva.
Natalie Portman interpreta a una mujer que lleva la máscara del enigma cuando en realidad es sumamente frágil pero, quizás, la más auténtica, a la vez que frágil la más valiente, la que renuncia a mantener una relación que la ha decepcionado, la única capaz de saber que estará mejor sola que mal acompañada.
El último personaje, interpretado por Clive Owen, da vida a un hombre pervertido, soez y vicioso, pero que ama con entrega, una entrega total en la que accede a que su pareja permanezca a su lado teniendo la certeza de que ella no le quiere pero le necesita. El conformismo en estado puro.
Y el tema principal de la película que me pone los pelos de punta.
1 comentario:
;) se ha chivado el zurdisssssssssssss
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