martes, 18 de noviembre de 2008

Buenos días y buena suerte


Me levanté con ganas de limpieza general, de esas raras veces que te apetece revolver los cajones y los armarios... de tirar ropa que ya no uso y mirar viejas fotos.. de repasar mi música perdida en los cds olvidados... Revolviendo encontré tu disco, aquel que me cansé de escuchar, aquel que no pude escuchar durante mucho tiempo y pude oír tu voz, sin rabia, sin pena, sin amor, sin desesperación.
Entonces lo sentí, sentí que te perdonaba, aunque tú no me perdones nunca, aunque pienses que no tengo nada que perdonarte... aunque no me quisieras tanto como creías. El dolor y el amor se han esfumado, me quedo con los recuerdos.
Buenos días y buena suerte.

¿Me das fuego por favor? (10-11-08)


















Y es que me gusta tu swing...




Y tu infierno cuando tocas el bombo..... muchachito......

George Clooney es gay y Elvis no ha muerto (29-10-08)


Y sí, porque no me he olvidado de la conversación en la cena del sábado en la que llegó a decirse que George Clooney era gay. Y no es que particularmente me importe su vida sexual, sobretodo, si las posibilidades de formar parte de ella son todavía menos que las que de me toque la primitiva. En esta situación, me da igual que el del premio gordo sea ella, él o ello, ¡Enhorabuena!... Seguiremos jugando. Pero es que todavía no he oído a nadie decir que Santiago Segura es gay, por poner un ejemplo, no sé si me explico.


He estado investigado por los mundos de Google, sobre una media hora, suficiente para documentar “objetivamente” este post y creo que los rumores parten de estas declaraciones del actor:


When Esquire points a Web site that calls Clooney “gay, gay, gay”, the good-natured actor quips, “No, I’m gay, gay. The third gay, that was pushing it”


Cuando Esquire (revista para hombres) le enseña un sitio web que llama a Clooney “gay, gay, gay”, el actor bromea con naturalidad, “No, soy gay, gay (solamente). El tercer gay es ya exageración.

Amores (21-10-08)


Terminó de comer y la lleve al dormitorio para que durmiese su siesta, bajé la persiana hasta que quedó una pequeña rendija que dejaba la habitación en penumbra y me quedé a su lado esperando que el sueño la venciese. Entonces ella con su pequeña manita me acarició la mejilla diciéndome: “Apa.... apa... apa” (guapa... guapa... guapa)


Ningún otro amor ha podido desarmarme de esa manera...


Para Nerea, mi sobrina

Adiós Paul (28-09-08)













La botella medio llena o medio vacía (24-09-08)


Ayer estuve viendo a Buenafuente entrevistando al escritor Alex Rovira, promocionaba su último libro “La buena vida”. No he leído nada de este escritor, él se colocaba en la misma línea que Punset y Rojas Marcos. Escritores que se alejan de literatura denominada de auto-ayuda al más puro estilo americano, hablando de actitudes ante la vida a través de la filosofía y la psicología. Se me quedó en la mente una frase que dijo: “El optimismo es lucidez, el pesimismo está estrechamente relacionado con la holgazanería”.


El optimismo es lucidez, es aprender de las malas experiencias, enriquecerse como personas a través de ellas y canalizar los errores para utilizarlos de manera positiva en experiencias posteriores. El optimista asume su parte de culpa para tratar de mejorar.


Yo diría que el pesimismo está relacionado con la holgazanería, como apuntaba Rovira, y además, con la cobardía, con el orgullo mal entendido y con el egocentrismo. El pesimista es holgazán y prefiere lamentarse y lamerse las heridas a cambiar y a aprender. El pesimista es cobarde y se esconde en el dolor que los demás le han causado para ocultar y restar importancia al dolor que él ha causado. El pesimista disfraza de orgullo su actitud porque le da miedo enfrentarse con las negativas. El pesimista es egocéntrico porque considera que su desgracia es la mayor y que las de los demás no están a la altura de su sufrimiento.


El pesimista anda siempre buscando culpables sobre los que echar su pesada carga.

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad (05-08-08)


Se calcula que la Tierra podría alimentar actualmente a una población de 12.000 millones de personas. El cálculo matemático es muy simple: si somos 6.000 millones de habitantes y 4.000 de ellos están empobrecidos, quiere decir que los 2.000 millones restantes consumimos recursos y alimentos para abastecer a 12.000 millones, es decir que poseemos 6 veces más de lo que necesitamos, recursos y alimentos que robamos sin ningún rubor a los países subdesarrollados.


El sistema de vida occidental es de un egocentrismo increíble, vivimos inmersos en un mar de egoísmo, ambición y extremismo. Más allá de la supervivencia instintiva (aquella que nos permite perpetuarnos como especie), vivimos una supervivencia emocional cuya meta principal es el afán de dominio. Nuestro nuevo Dios es el dinero, le idolatramos, le veneramos, somos una sociedad de mercado. Mientras que nuestro mundo está cada vez más acelerado (conseguir más y más lo más rápido posible) el hombre, como individuo, se vuelve más pasivo, no se mueve, se autoconsume. No tenemos sentido del límite y no existe una voluntad real en la mayoría de las personas para la redistribución de la riqueza, más allá de las grandes frases, de los eslóganes más “radicales” y de la apatía consentida.


¿Cómo concienciarnos de la necesidad de un cambio radical en nuestra forma de vida? La solución no es tan simple como podría parecer. Estamos condicionados por nuestro entorno, por los valores inculcados. Es un círculo vicioso: La conciencia y la presión social deben venir a través de la educación y desde el poder no hay el menor interés en educarnos contra él.


El resultado no es bueno para nadie:


En occidente sufrimos enfermedades que hace 500 años no eran una epidemia sino anécdotas: obesidad, hipertensión, enfermedades coronarias, etc. Además, paradójicamente, cuanto más tenemos, más infelices somos, necesitamos más, convertimos en necesidades primarias bienes materiales con los que la humanidad ha podido sobrevivir antes de que existieran. No nos importa ser, nos importa parecer. Sufrimos una paranoia colectiva de inquietud, desequilibrio, incertidumbre, miedo, inseguridad orquestada con bombo y platillo por el Poder Económico.


Mientras tanto, en los países subdesarrollados mueren y sufren tremendas secuelas causadas por el hambre y las guerras. Guerras consentidas por EEUU y la UE, guerras subvencionadas por las grandes multinacionales.


Un informe del Banco Mundial afirma que la etnia, raza o religión juegan un papel poco significativo en las guerras actuales, pero las posibilidades de una guerra civil se disparan cuando se descubre petróleo. El mapa de las guerras de las últimas cuatro décadas coincide, casi en su totalidad, con el mapa de las riquezas naturales de la Tierra: rubíes camboyanos, esmeraldas colombianas, cobre de Nueva Guinea, coltán congoleño, petróleo del Golfo Pérsico, diamantes en Angola, madera en Brasil, Indonesia y Liberia...


El petróleo, el agua, la madera, los minerales (El Congo es rico en tántalo, mineral preciado para la fabricación de ordenadores, móviles videoconsolas, lentes fotográficas y aparatos quirúrgicos), las plantas (robo de recursos biológicos por las multinacionales farmacéuticas, químicas y agricultoras), el comercio de armas, las mafias narcotraficantes....


En vez de esperar que los gobiernos actúen, deberíamos de reflexionar de manera individual cada vez que cogemos el coche, cada vez que compramos todos esos productos envueltos en plásticos derivados del petróleo. Deberíamos reflexionar cuando abrimos el grifo, cuando nos da pereza reciclar el papel, los plásticos, el vidrio, cuando nos compramos el móvil de última generación, cuando pagamos una fortuna por una crema antiarrugas, cuando nos metemos una raya de coca, cuando atascamos nuestras arterias, cuando utilizamos esas manidas excusas de "Si se pudiera hacer algo..." o "Me preocupan más los problemas de mi país que me son más cercanos...." Yo soy culpable... ¿y tú?


Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad - Confucio

Fecha de caducidad (28-05-08)


En realidad ya intuía que se había acabado, poco después tuve la certeza de que nunca había empezado. Sabía con creces, por mucho que mirase hacia otro lado, que aquellos besos de vino y canela se volvieron perecederos y levemente ácidos demasiado rápido, demasiado pronto. Y él sabía lo que yo sabía, pero los dos callamos hasta que aquellos besos despidieron un fuerte olor a rancio y hubo que tirarlos, sujetos apenas con dos dedos y con asco. Lo malo o quizás lo bueno es que cuando ventilé la habitación y desapareció aquel hedor penetrante, volví a reír por nada, seguí siendo igual de idiota y seguí llenando la cesta de la compra con cosas con la fecha de caducidad demasiado corta.

Te... Me.... (25-05-08)


Te miro, me contemplas, me derrito Te beso, me masticas, te digiero Te desnudo, me despojas, te retengo Te olfateo, me respiras, te bebo Te acaricio, me enlazas, me restriego Te busco, me invades, me muero Te devoro, me degustas, me retuerzo Te cabalgo, me confundes, te encuentro Te escucho, me percibes, me ciego Te alojo, me musitas, me entrego Te sacio, me vacías, me completo

Cabeza de turco (08-05-08)

Ayer me levanté como cada mañana, me preparé un café que en absoluto me supo dar las pistas sobre lo que después me esperaba. Llegué a mi empresa como de costumbre, abrí los correos laborales e hice balance de cómo administrar el trabajo que esperaba a ser resuelto. Mi compañera que regresaba de luna de miel se fijó en una foto nueva de mi sobrina que yo había colocado en la mesa y yo le comenté que tenía más fotos recientes de ella. A la vez que abría el cd donde las tenía guardadas salía el director general de su despacho con el ánimo más encabronado que de costumbre. Mala suerte, se fue a fijar en la pantalla de mi ordenador:
-¿Qué haces? Me preguntó
-Viendo unas fotos de mi sobrina le respondí
-¿Y lo tienes que hacer ahora?
-No
Aparte de los rigurosos buenos días y buenas tardes cuando me cruzaba con él esta era la primera vez que me dirigía la palabra. Al minuto me llama mi jefe a su despacho:
-Joder, Carmina, ya sabéis como es Ángel, ¿por qué no esperáis a que no esté él?
-Coño, José, que no le he visto, que sólo ha sido un minuto. Joder, que son unas fotos de mi sobrina.
Vuelvo a mi sitio y al rato viene mi jefe
-Joder, la que se ha liado. Ángel ha pedido que te preparen la liquidación...
Y yo me quedo sin palabras, sin reacción, a lo mejor todavía no ha sonado el despertador pienso... -Joder, joder, le voy a proponer que te sancionen 3 días, por favor, fírmalo sin rechistar
Me lo quedo mirando sin saber que decir y vuelve a su despacho.
Poco a poco reacciono... ¿una sanción? ¿Por qué? ¿Por haber cubierto mi puesto más el de otras dos personas durante las vacaciones? ¿Por qué cuando me ofreció que alguien me ayudase mientras mi compañera estaba de luna de miel le dije que no, que yo podía con todo el trabajo? ¿Por trabajar mucho y bien, además de involucrarme? ¿¿??
Me acerqué a su despacho y me senté a hablar con él:
-José, no voy a firmar ninguna sanción, no es justa, no he hecho nada malo. Tú ya sabes como trabajo, no hace falta que te lo diga.
-Sí, claro que lo sé.
-Sí, pero él no lo sabe.
-Sí que lo sabe, se lo he dicho muchas veces pero ya sabes como es.
-Pues entonces no lo entiendo, haz lo que tengas que hacer pero las chulerías es lo único que no soporto de una persona.
-Tranquila, tranquila, voy a intentar a hablar con él.
Por la tarde me esperan con mi despido improcedente y mi indemnización, no hemos podido hacer nada me dicen, ha sido una decisión personalísima... ¿Personalísima? Pero si este señor seguro que no recuerda ni mi nombre...Claro, hoy me he enterado. Lo que yo no sabía es que en realidad este señor está cabreadísimo con los resultados, con los números, con mi jefe y con el director de recursos humanos. Según lo que me han contado, “Está hasta los huevos de que estas dos personas quieran cambiar la empresa y la empresa va a ser como era antes” (yo soy el puto amo y baja la mirada cuando paso), y yo he sido su cabeza de turco, su arma para amedrentar al resto del rebaño. ¿He tenido mala suerte o buena?
Hoy cuando me iba un compañero me ha dado un abrazo, un abrazo sincero, firme, auténtico... Un compañero con el que tenía un trato normal, no era una de las personas con las que más me relacionaba. En ese abrazo iban muchos más, abrazos de rabia e impotencia.... Con eso me basta

Recuerdos (05-05-08)


Mirando hacia atrás intento hacer más nítidos los recuerdos; más reales, más vivos, y sin embargo, rememorarlos es cada vez más difícil, más complejo, más resbaladizo. Están escondidos en una nebulosa de olores, de imágenes, de palpitaciones, de roces, de sabores. El olor de las moras que recogíamos con mi abuelo en el campo, los ojos de aquel chico que me sacó a bailar en el viaje de fin de curso, el corazón desbordándose con el beso de aquel pelirrojo del instituto, las caricias de aquella enfermera cuando con cuatro años estuve en un hospital, el sabor, inconfundible,salado, del agua del Mediterráneo que me acompañó cada verano. Vuelvo otra vez la vista al frente....


El tiempo pasa cuando no miras...

Lluvia (18-04-08)



Y miro hacia atrás y descubro que he sido impermeable. Han caído sobre mí lluvias suaves intentando acariciarme, me han atacado devastadoras tormentas que querían arrastrarme, pero cada gota de esas aguas se quedaba en mi superficie impenetrable, esperando, poco a poco, a evaporarse.

Y ahora he vuelto a ser esponja, a absorber las canciones, las palabras, las caricias, las miradas, las sonrisas y las lágrimas y me inundan el corazón y me siento viva... Y miro hacia atrás y no me reconozco y miro hacia delante chapoteando en los charcos.

Frío (24-03-08)

Recuerdo aquella mañana lejana, hacía frío, llevaba bufanda, guantes y los pensamientos ateridos. Alcé la vista y él y yo nos cruzamos las miradas, las sostuvimos más tiempo del necesario y una palabra se quedó en la boca. Cuando sus ojos desconocidos atravesaron mis pupilas me di cuenta de que se parecían tanto a los tuyos que no los sentí extraños. Entonces me di cuenta de que mi tristeza era un borrón de mal gusto en una relación tan especial como fue la nuestra y mi angustia desapareció de pronto y reviví cada instante de plenitud contigo y tuve la certeza de que cada segundo mereció la pena.

Para ti.. después de tantos años..

Post It

Anoche cuando me desvestía tenía una nota pegada en el corazón:

“Hazme saltar de vez en cuando”

Cuando sepa quién eres te contaré esta historia (22-01-08)

Despuntaba el sol y te levantaste del otro lado de la cama, yo todavía dormía y soñaba que seguíamos amándonos entre las sábanas. Has tropezado al salir con la ropa tirada en el suelo y he musitado un buenos días al que le hubiera gustado seguir siendo aún un buenas noches, me has traído un beso con aroma a café para recordarme que ninguna noche es eterna pero tampoco la última. Al marcharte he hundido la cara en el hueco vacío de la almohada para intentar atrapar la última brizna de tu aroma. He vuelto a recordar tu sonrisa y se ha confundido con la mía en el espejo.
Cuando sepa quién eres te contaré esta historia

Edades (21-02-08)

A los 8 años los de 8º de EGB eran el colmo de la sabiduría. A los 15 años a los de 25 me parecían unos carrozas (ahora dicen puretas ¿no A los 25 años miraba a los de 35 con el convencimiento estúpido de que era una edad que jamás iba a tener. A mis 37 años ya sólo me parecen auténticos viejos los que han pasado el umbral de los 90 y aquellos, que tengan la edad que tengan, se dirigen al mundo con un gesto un tanto amargado de estar de vuelta de todo. Esto puede ser porqué:

a) Los años no los puedo borrar, pero he descubierto que sentirse joven o viejo es una actitud ante la vida.

b)He dejado de tomarme las cosas como un sprint agotador con metas que los demás imponen y me he dedico a caminar despacio, alzando la mirada para admirar el paisaje, alertando mi olfato para captar todos los olores y agudizando mi oído para escuchar otras pisadas que no sean las mías.

c) Realmente me estoy haciendo vieja

d) NS/NC

Cada día elijo una opción distinta

Te espero (08-02-08)

Te espero porque no te busco, porque sé que cuando llegues será fácil encontrarnos. Te reconoceré porque me harás reir con tus ocurrencias, sabré que eres tú porque no te harán falta frases de manual para impresionar cuando quieras tocarme el corazón. Sabré distinguirte entre la marea humana que viene y va en nuestras vidas. Empezaré a apreciarte en las largas conversaciones y en los silencios cómplices. Comenzaré a quererte despacio, a fuego lento y llegará el día en que tu aroma me sea imprescindible, que tu respiración me tranquilice y perderé la costumbre de dormir sola en mi cama. Sabré que eres tú porque no te quedarás detrás ni delante sino a mi lado caminando cogido de mi mano. Quizás pasen días, meses, tal vez años, no importa, te espero pero no te busco.

Elefantes (30-01-08)

Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: «¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados. "Parábola de los Seis Sabios Ciegos y el Elefante". Hace ya algunos años un gran profesor nos enseñó esta parábola, hoy me he acordado de ella y la he buscado por Internet. Nos empecinamos en defender, aún a costa de no respetar las opiniones de los demás, nuestra pequeña “verdad” sin darnos cuenta que nuestra percepción de las cosas ocupa un campo diminuto y limitado, y en vez de empatizar y por consiguiente enriquecernos de las otras “pequeñas verdades”, nos volvemos tozudos, rabiosos, rencorosos. Nos convertimos en un muro infranqueable en el que no permitimos que entre otra información que no sea la que nos valide o alabe nuestra propia opinión y lanzamos balones al exterior sin criterio, razonamiento y llenos de faltas de respeto e insultos.

Cambiar (13-01-08)

Hace poco leí en un perfil una frase en un perfil que me gustó. No ya porque me pareció contundente si no porque además la mayoría de las personas se empeñan en afirmar lo contrario. ¿Cuántas veces habré escuchado “yo no cambio”? Como si el no cambiar de forma de pensar y de actuar diese más autenticidad a la personalidad. Mi última pareja me soltó una vez “Yo soy así aunque me equivoque” y se quedó tan ancho. No cambiar de idea cuando se cometen errores no significa autenticidad o ser coherente con tu forma de pensar, significa ser inflexible y tener nula o escasa capacidad de autocrítica. También tiene que ver con la madurez, ser consciente de los resbalones de tu pasado y sabe en que estábamos equivocados. Juegan un papel importante los prejuicios, la tendencia a no admitir los diversos matices de las personas y la particularidad de las circunstancias, la comodidad a etiquetar en tan sólo dos grupos: los buenos y los malos. Sin embargo buscar el porqué de una manera de actuar o de pensar, analizar las particularidades, aceptar que no estamos en posesión de la Verdad, porque no existe, porque hay múltiples verdades, reconocer cuando hemos dañado y buscar la respuesta de porqué nos han hecho daño ponen a prueba la flexibilidad y la tolerancia que nos enriquecen y nos hace ser mejores.

Sensaciones (06-01-08)

Pensamientos largo tiempo escondidos asoman hoy a mi mente. Me llevan a sitios tibios, húmedos, secretos.. Me dejo llevar por la música suave que me acompaña. Siento que mi cuerpo se desentumece y despierta de una larga pesadilla. Cada nube, cada ráfaga de viento, cada rayo de sol me lleva a rechazar pensamientos que no sean sugerentes, sutiles, y por más que utilizo mis palabras a modo de abanico no puedo sofocar mis deseos. Entre ligeros susurros, palpitaciones atropelladas y respiraciones irregulares, observo el horizonte buscando el escondite de mi apasionado, sensual y anhelado Sueño.